Nuestro estilo de vida dista mucho, muchísimo, de cómo nuestros ancestros vivían su día a día para sobrevivir. Alimentarse consistía, antes de la aparición de la agricultura, en correr detrás de la presa que aportaría el sustento para la familia e incluso toda la tribu, y también correr para huir de los depredadores, así como recolectar raíces y frutos para asegurar el sustento alimentario.
¿Es lo mismo hambre que apetito? Aunque son términos sinónimos, las connotaciones son ligeramente distintas.
Hombre. 40 años. Probablemente en pocos años sufrirá alguna de las molestias que acompañan al agrandamiento de la glándula prostática, lo que en términos médicos se conoce como hiperplasia benigna de próstata (HBP). En este post le contamos qué es y como prevenirlo.
La prevención tiene en estos días que transcurren más sentido que nunca. Prevenir significa “intentar tener precauciones o medidas por adelantado para evitar un daño, un riesgo o un peligro”. Nuestro riesgo más inmediato, hoy, es el de no contagiarnos, por ello con las medidas necesarias “de prevención” ampliamente difundidas y que, a estas alturas ya deberían estar integradas por cada uno de nosotros, es posible minimizar el riesgo: depende de todos.
A pesar de que las redes sociales permiten estar conectados con muchas personas a la vez y alejadas a miles y miles de kilómetros, un fenómeno incongruente e impensable emerge: la hiperconectividad enlaza con lo lejano y, muy a menudo, nos hacer ser indiferentes con lo que tenemos más cerca. La soledad en un mundo cada vez más conectado resulta una paradoja del siglo XXI por lo que seguir practicando las relaciones presenciales resuylta el antíodoto al sentimiento de soledad.