Nuestro estilo de vida dista mucho, muchísimo, de cómo nuestros ancestros vivían su día a día para sobrevivir. Alimentarse consistía, antes de la aparición de la agricultura, en correr detrás de la presa que aportaría el sustento para la familia e incluso toda la tribu, y también correr para huir de los depredadores, así como recolectar raíces y frutos para asegurar el sustento alimentario.
Nos encontramos de lleno en unos días de alegría y de reuniones con la familia y amigos, pero también son días a los que tememos…
Clásicos propósitos de principios de año:
✓ apuntarse a un gimnasio
✓ dejar de fumar
✓ dedicar más tiempo a los demás
✓ ordenar los armarios
✓ empezar a comer mejor para reducir peso
... y tantos otros buenos propósitos que ponemos en una lista mental y que nunca llegan a, ni tan siquiera, ser susceptibles de dejarlos a medias porque nunca llegan a iniciarse.