Nuestro estilo de vida dista mucho, muchísimo, de cómo nuestros ancestros vivían su día a día para sobrevivir. Alimentarse consistía, antes de la aparición de la agricultura, en correr detrás de la presa que aportaría el sustento para la familia e incluso toda la tribu, y también correr para huir de los depredadores, así como recolectar raíces y frutos para asegurar el sustento alimentario.
Nos encontramos de lleno en unos días de alegría y de reuniones con la familia y amigos, pero también son días a los que tememos…
Temperatura alta, a las puertas del verano, muchas horas de pie o muchas horas sentad@; los tobillos o las piernas o ambos a la vez, se hinchan porque aparecen problemas de circulación de retorno. Además la falta de ejercicio provoca una sensación de pesadez, inflamación generalizada y, a todo ello, unos kilos de más que se han instalado y no somos capaces de hacer reducir.
¿Es lo mismo hambre que apetito? Aunque son términos sinónimos, las connotaciones son ligeramente distintas.