Verdades y mitos sobre el ayuno intermitente

Ahora se habla de una nueva tendencia nutricional para reducir peso: el ayuno intermitente. El equipo de Medikalpro intentará poner luz a este concepto para que las “modas” no se conviertan en eso: moda hoy, desfase mañana. La necesidad de estar siempre a la última tiene que hacerte plantear que aquello que es una tendencia en nutrición no siempre puede resultar beneficioso.

Te explicamos en qué consiste el “ayuno intermitente” que ha aparecido en escena con la promesa de que sin pasar hambre y sin casi renunciar a una caloría (cuando se come) vas a sentirte más ligero, más eufórico y te ayudará a “controlar” tu peso corporal, e incluso, a reducirlo. Esta nueva tendencia, que en realidad no puede considerarse como una dieta al uso, lanza el mensaje de aceptar intercalar períodos de nada de comida con la concentración de todas las ingestas del día en un intervalo de horas o de días, según se escoja un tipo de ayuno intermitente de horas o de días. En realidad, si tuviésemos que definir de algún modo el ayuno intermitente y explicarlo de forma objetiva diríamos que es una pauta dietética que implica restringir alimentos durante un tiempo determinado, mientras que definir dieta sería aludir a la ingesta habitual de alimentos y bebidas siguiendo un patrón nutricional determinado según la necesidad individual y teniendo en cuenta múltiples factores. 

Existen dos versiones: el ayuno intermitente 5:2 y el ayuno intermitente 16:8. El primero no implica ninguna limitación calórica durante cinco días a la semana y, según los expertos, hay que dejar de comer comida sólida por completo, o bien, limitar las calorías a un 25% de las habituales durante dos días seguidos. Esta exigente pauta de ayuno ha demostrado que en ratones protege a éstos de sufrir obesidad, enfermedades cardiovasculares o sufrir riesgos de la hipertensión. La otra pauta de ayuno intermitente es la 16:8 que consiste en ingerir durante 8 horas alimentos y ayunar durante 16 horas seguidas, ingiriendo solamente algunos líquidos. Esto puede suponer una reducción calórica de entre 200 y 500 kilocalorías.

El ayuno 16:8 presenta diferentes versiones, el 18:6, que consiste en realizar todas las comidas del día repartidas en seis horas y ayunar 18, u otra versión más radical, la 12:4, es decir, igual que la anterior repartir las comidas de un día en 4 horas y ayunar 12. Por tanto, ¡para todos los gustos! 

Y, ¿qué hay de estudios rigurosos realizados en humanos que siguen el ayuno intermitente para poder establecer una conclusión rigurosa y poder explicar resultados, ya fuesen a favor o en contra?

Según A. Zorzano (coordinador del Programa de Medicina Molecular del IRB de Barcelona y catedrático de la UB) estos estudios se pueden contar con los dedos de una mano y según este experto: “Las observaciones generales están claras, estas dietas disminuyen peso corporal y, seguramente lo hacen a través de cambios en el tejido adiposo, o sea, que es bastante probable que funcionen, pero…” , su observación concluye que existen posibles efectos secundarios como la pérdida de masa muscular, la cual podría afectar al deterioro físico en la vejez. Es relevante recordar que ejercitar y mantener una adecuada masa muscular con ejercicio físico y una buena alimentación está relacionada, a su vez, con el mantenimiento de un correcto estado de los huesos (factor crucial en edades avanzadas). 

Desde nuestro equipo Medikal Pro queremos lanzar un mensaje: 

Se trata de reducir la aportación calórica de toda aquella persona que por razones, no sólo estéticas,  sino también por salud (riesgo cardiovascular, diabetes tipo II, índices altos de colesterol, hipertensión…) necesita reducir la ingesta de calorías, pues este es el problema real: ¡vivimos en una sociedad con tendencia obesogénica! Que debería  disminuir, por ejemplo,  el consumo de azúcares, pan blanco, zumos enlatados, bebidas azucaradas, embutidos o  alcohol y adherirse a pautas de alimentación que sean fáciles de prolongar en el tiempo sin que se conviertan en aburridas y, cómo  no, ejercitar el autocontrol.  

La recomendación de realizar cinco ingestas diarias de comida permite mantener niveles adecuados de glucosa en sangre y, de este modo, evitar pulsiones hacia la comida cuando hace horas que no se ha ingerido ningún alimento. Escuchar las necesidades de tu organismo es clave para mantener un adecuado estado de salud y mantener controlado tu peso corporal. Son las bases de la cronodieta en la que se valora las necesidades fisiológicas del cuerpo humano según el horario del día y según la actividad física de cada persona.