Nos encontramos de lleno en unos días de alegría y de reuniones con la familia y amigos, pero también son días a los que tememos…
La motivación para iniciar una dieta, por norma general, viene provocada por el hecho de intentar conseguir una reducción de peso. Las causas relacionadas con algún factor de salud también suscitan esta inquietud, pero la cuestión física gana mayoritariamente al hecho de pensar que el sobrepeso u la obesidad son un factor de riesgo causante de enfermedades, o sencillamente, que la obesidad es en sí misma una enfermedad.
Nuestra piel refleja el estado interno del organismo. Para tener una piel saludable tenemos que estar sanos por dentro, de nada sirve vernos delgados si no seguimos una dieta que nos ayude a mantener nuestra piel en óptimas condiciones.
Después de las Fiestas Navideñas “nos hemos puesto las pilas” para reducir aquellos kilos de más que hayamos podido coger: turrones, mariscos, mazapanes, cava… a pesar de intentar moderar el consumo de estos alimentos u otros, es inevitable caer en las tentaciones.
El consumo de verduras, frutas y hortalizas de color amarillo puede reportar bastantes beneficios para tu salud, más de los que muchas imagináis. Por lo que vale la pena hacer un repaso de ellos.
¿A vueltas con la alimentación saludable? Hoy estás de enhorabuena porque te descubrimos una completa lista de las ventajas que ofrecen los espárragos verdes para mantener tu silueta perfecta. Aunque parezca mentira, la primavera ya está a la vuelta de la esquina. ¡Comienza la operación bikini!
El sobrepeso (a veces, en forma de obesidad) es una de las enfermedades de nuestro tiempo, pues está muy relacionada con algunos hábitos negativos (nutrición poco saludable, sedentarismo, etc.) de la sociedad moderna. A continuación, te vamos a contar los riesgos que el sobrepeso, más allá de las indeseables consecuencias estéticas a las que está asociado, tiene para tu salud. Has de tomar muy en serio estas advertencias, puesto que es tu vida lo que está en juego.
El sedentarismo es un mal común en nuestros estilos de vida occidentales; no solo favorece nuestros problemas de salud (con la aparición de várices o edemas), sino que también juega en nuestra contra en el sentido estético.
Las proteínas se usan en cada una de las células de nuestro cuerpo y son esenciales para trabajar la masa muscular, soportando la función neurológica, ayudando en la digestión, ayudando a mantener las hormonas equilibradas de forma natural y manteniendo el buen estado de ánimo.
En la actualidad, casi todo lo que nos rodea genera grandes dosis de tensión en nuestro cuerpo, lo que nos provoca un estado de inquietud y malestar, que en muchos casos desencadena graves dolencias físicas. Es lo que conocemos, comúnmente, como ansiedad. Y es este sentimiento el que provoca distintos síntomas, siendo los más comunes nerviosismo y estrés, lo que conlleva en muchas ocasiones a un aumento de las ganas de comer, sobretodo alimentos dulces.