Corregir la postura para evitar lesiones

La columna vertebral durante la infancia recibe poca tensión y es de una flexibilidad excepcional, caracterizando a los niños de movimientos impensables en los adultos. Estas características físicas se van perdiendo a medida que se crece, llegando a desaparecer los movimientos primitivos, flexibles y aparentemente fáciles de las edades tempranas. Cada día sin darnos cuenta tenemos que “luchar” en contra de una fuerza de la cual no podemos prescindir: la gravedad.

La importancia de la correcta postura para no sufrir el clásico “dolor de espalda” que puede llegar a producir graves problemas a quien lo sufre, viene dada por aclarar un malentendido sobre la “espalda recta”, que hay quien cree que es poner la espalda plana, pero no es exactamente así. La postura natural de la espalda no es exactamente plana, ya que contamos de forma natural con una curvatura en la parte baja de la espalda denominada “curvatura fisiológica lumbar” o lordosis. Resulta clave saber mantener esta curva siempre, tanto en la vida diaria como cuando se carga peso o se realiza ejercicio físico. Para poder conseguir mantener esta posición que nos ayudará a evitar lesiones, cabe pensar en el movimiento de la anteversión, intentando proteger la parte baja de la espalda o zona lumbar llevando hacia atrás los glúteos.

Los movimientos sencillos de cada día, como el simple hecho de levantar la compra o una garrafa de cinco litros de agua, deberán ir acompañados de fáciles consejos que debemos integrar para evitar lesiones:

1. No nos precipitemos a recoger los pesos o las cargas del suelo, debemos parar unos segundos y reflexionar sobre: ¿puedo yo solo?, ¿cómo me voy a colocar?

2. Colocar los pies en paralelo y ligeramente separados, según lo que vayamos a recoger

3. Bajar en forma de sentadillas o mediante una flexión de cadera, manteniendo la parte baja de la espalda protegida, procurando tirar los glúteos hacia atrás.

4. Activar la faja abdominal metiendo ombligo y bajando antes de elevar el peso o la carga.

5. Incorporar el cuerpo con tranquilidad, sin prisas, presionando sin parar los glúteos hacia atrás.

6. Mantener la alienación cabeza-columna-pelvis durante todo el movimiento.

7. Realizar el proceso inverso para dejar el peso o la carga deseada.

Esperamos que estos sencillos consejos de higiene postural os ayuden a mantener una adecuada salud de vuestra espalda, sin olvidar que incorporar ejercicio físico adaptado a nuestras circunstancias y un correcto mantenimiento del peso corporal reducen las lesiones musculares a todos los niveles; además de no olvidar que un eficaz suministro de micronutrientes, como por ejemplo, el mineral magnesio incluido de forma habitual en multivitamínicos o presentado de forma individual garantizan una correcta funcionalidad muscular.


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